Según mi amigo Ramiro, la voz de Sarah Vaughan es hipnotizante. Para mí es como el mal del sauce, me agarran ganas de meter las patas en una palangana en la terraza con esta voz sonando en la noche de verano.
Wikialpedia dice: "... Vaughan era una bebedora empedernida aunque, que se sepa, nunca hubo ningún incidente de intoxicación obvia sobre el escenario, que afectara a su habilidad interpretativa..." Así se hacen las cosas.
Tengo que comprar una palangana antes del 21 de diciembre.
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